Nuestro específico sistema de especialidades médicas en donde las sociedades científicas que
les representan son compartimentos estancos y no tienen otro fin que defender su existencia
con uñas y dientes, cual corporativismo, da pie a titulares como el del otro día: “Drama en la
pediatría pública de Balears: 68.000 niños no tienen un pediatra titulado” (Alicia Mateos Palma
09/10/22), según palabras de Marianna Mambié, pediatra de Atención Primaria y presidenta
de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de las Islas Baleares (APapIB).
La primera parte del titular, un drama, o sea una tragedia, un problema grave de salud pues
68.000 niños están discriminados, mal atendidos con grave riesgo de su salud al ser tratados
por profesionales que no tienen un título de pediatría. ¿Es así?
Y he empezado con que el problema son las especialidades médicas, y en concreto la de
Pediatría, y también, porque no, la de medicina de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC),
pues una cosa es la titulación y otra la capacitación real para ejercer en el primer nivel
asistencial en el Centro de Salud (CS).
En el primer caso, la especialidad de pediatría es una especialidad específicamente hospitalaria
con profesionales que acaba ejerciendo en el primer nivel, de ahí que se lamente la presidenta
de APapIB que los pediatras recién titulados quieran quedarse en los hospitales y no ejercer
en los CS. Y es que, salvando las distancias, sería lo mismo que para ejercer en el CS en vez del
título de especialistas en MFyC precisáramos del título de especialistas en Medicina Interna
(MI) (el generalista de adultos del hospital), lógicamente cuando acabáramos la especialidad
preferiríamos quedarnos en el hospital más que ejercer en la Atención Primaria (AP) para la
que no se nos ha formado; con todo, algunos de éstos especialistas acaban en nuestro nivel
asistencial. ¿Cuál es el mejor especialista para ejercer en nuestros CS un MFyC o un
especialista en MI? Pues un MFyC.
En este sentido, ¿Sería el mejor profesional para atender a nuestros pequeños en nuestros CS
aquel médico formado íntegramente en hospitales de 2º y 3º nivel? Personalmente, a primera
vista, creo que no.
Otro tema que se plantea es si nuestros especialistas en MFyC son competentes en la pediatría
de nuestro nivel. Y esto tiene que ver con la concepción de la MFyC, que ni es familiar ni es
comunitaria, se trata de un puro “dime de que presumes y te diré de lo que careces ” pura
semántica (sería como se denomina al médico generalista en España), de modo que como
muy bien dicen son escasos los meses dedicados a la formación específicamente pediátrica,
pues se da por supuesto que la atención sanitaria que impartirá el MFyC recién acabado será
básicamente en adultos. Otra cosa es que el residente de MFyC sea competente en la
atención al niño enfermo pues atiende a estos durante los cuatro años de especialización en
los distintos servicios de urgencia.
Y es que la medicina familiar se basa en dos características, la longitudinalidad, que sea el
mismo profesional que atiende a toda la familia (algo no garantizado en nuestro país) durante
la mayor parte de su vida, y para ello se precisa lo segundo, sin distinción de edades. Así lo
entienden en muchos países occidentales donde la atención de los niños está o a cargo de los
MFyC en exclusiva, o incluso compartida con los pediatras, no como aquí que se encuentran
separados y de espaldas.
La atención del niño por el MFyC tiene muchas ventajas (he escrito mucho sobre ello y no me
extenderé), que al margen de la teoría he podido experimentar en mi vida profesional; pero
ciñéndonos de este problema de falta de profesionales, tiene una ventaja fundamental, y es
que evita tener problemas de falta de recursos humanos, pues todos los profesionales médicos
del primer nivel están capacitados para atender a los niños y con garantías.
Con todo esto quiero decir, que si bien el recién MFyC puede adolecer inicialmente de una
falta de formación en el área pediátrica, esta se compensa a los pocos meses de ejercer con la
experiencia de atender unos motivos de salud poco variados, leves y muy repetitivos. Los
signos de alarma y las actuaciones en situaciones de urgencias los ha aprendido a manejar

durante cuatro años atendiendo niños en servicios de urgencias. Y lo más importante, es que
es capaz de remitir con buen criterio al especialista pediátrico de hospital cuando es necesario,
algo que justamente por su titulación (falsa seguridad) es posible que no siempre haga el
pediatra titulado del CS que se considera erróneamente al mismo nivel competencial que el
pediatra del hospital, pues tiene el mismo título.
¿Pueden haber diferencias en la atención al niño entre un MFyC y un pediatra con titulación?.
Puede, aunque la bibliografía hasta el momento no muestra grandes diferencias y escasas en
resultados de salud.
Con todo, nuestra administración sanitaria, que es quien permite y alienta esta situación,
puede ser conocedora de estas diferencias al poder comparar indicadores de todo tipo
(pruebas complementarias, derivaciones, prescripción…); aunque en mi opinión personal no
hay diferencias entre ser atendido por un pediatra o por un MFyC con un mínimo de
experiencia en un Centro de Salud.
Estos titulares en los periódicos no tienen ninguna base real, y si la hay, quien hace estas
afirmaciones que lo demuestre, y de ser cierto que la Administración Sanitaria actue pues se
trataría de un importante problema de salud. Lo demás es un alarmismo sin fundamento.
Realmente si lo que importa es que hayan suficiente profesionales pediatras en la atención de
aquellas edades que realmente diferencian a esta especialidad de la de los adultos, lo tienen
fácil, reduzcan la edad pediátrica, y ya está (y es que legalmente entre 7-14 años debería ser
compartida). Lo que no se puede es intentar “nadar y guardar la ropa” reinvindicar una
pediatría cada vez más amplia y más estanca y a la vez lamentarse de falta de profesionales.
Mi opinión, sin embargo, al margen de apostar por un MFyC verdaderamente de “familia”
integrador de todas las edades durante toda la vida del individuo (al parecer una batalla
perdida en nuestro país), es la de hacer que la pediatria de AP surga de un tronco común de la
MFyC; una especialización de 1-2 años tras 3 años de especialidad de MFyC (no como ahora 4
años). Lo mismo para medicina de urgencias, geriatría, medicina interna… Con ello se
garantizan pediatras de AP de calidad y profesionales polivalentes para nuestra AP y evitaría
estos problemas.
Sin embargo, vuelvo al principio, esto es ciencia ficción en nuestro rígido sistema en el que
nuestras especialidades son compartimentos estancos y cuyo único fin es subsistir.

Mateu Seguí Díaz
Médico de Familia

Seguí Díaz, M. Alarmismo de la Pediatria de Atención Primaria. Es Diari MENORCA. 13-10-
2022:32

Alicia Mateos. Drama en la pediatría pública de Balears: 68.000 niños no tienen un pediatra
titulado. La mitad de las plazas están cubiertas por médicos que no cuentan con esa
especialidad. Palma 09/10/22. Es Diari 10/10/2022

-Mateu Seguí Díaz. Perspectivas de futuro de la atención primaria ante la falta de médicos.
FMC 2008;15:81-6 – Vol. 15 Núm.2 DOI: 10.1016/S1134-2072(08)70744-8

Seguí Díaz M. Los médicos de familia en consultas de pediatría. Es Diari MENORCA. 30-04-
2018: 18. http://menorca.info/

M. Seguí Díaz. Quién debe atender a los niños: la opinión del médico de familia. SEMERGEN.
2006;32(8):390-8.

M. Seguí Díaz. Revisión del niño sano por el médico general/de familia. Semergen
2000;26:196-218 – DOI: 10.1016/S1138-3593(00)73572-6.

Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)